La Leyenda de Pyrene
Según cuenta la leyenda, el Pirineo nació del amor entre Hércules, hijo de Zeus, y la ninfa Pyrene.
Hércules, para demostrar su valentía, robó el ganado de Gerión, un gigante monstruoso que también pretendía el amor de la bella Pyrene.
El gigante Gerión, furioso con Hércules y deseoso de poseer a la ninfa, incendió el bosque donde esta se escondía y le causó graves heridas que provocaron su muerte.
Hércules, en venganza, acabó con la vida de Gerión y apiló enormes piedras sobre la tumba de Pyrene, erigiendo así la Cordillera Pirenaica por la que fluye el manantial de las lágrimas de su amada.